Política que pretende lograr el desarrollo equilibrado de las distintas regiones del país, fortaleciendo identidades territoriales, progreso económico, sustenabilidad ambiental, gestión democrática de los territorios y acceso de la población a bienes y servicios esenciales.

 

Esta política busca guiar las acciones con impacto espacial hacia un crecimiento equilibrado, integrado, sustentable y socialmente justo y construir mecanismos de intervención adecuados a los procesos de desarrollo.