Es una política que tiene como propósito fomentar el desarrollo inclusivo de los territorios rurales, reconociendo y respetando sus características propias y la identidad cultural de su población, por medio de un sistema de articulación público privado, que reduzca las desigualdades e inequidades económicas, sociales, culturales, ambientales y político-institucionales, mediante el desarrollo de capacidades y oportunidades para sus habitantes.
Tiene como objetivos:
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Impulsar el crecimiento económico;
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Reducir la pobreza;
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Luchas contra la corrupcion e instalar un modelo de Estado transparente