Es una política que tiene como propósito fomentar el desarrollo inclusivo de los territorios rurales, reconociendo y respetando sus características propias y la identidad cultural de su población, por medio de un sistema de articulación público privado, que reduzca las desigualdades e inequidades económicas, sociales, culturales, ambientales y político-institucionales, mediante el desarrollo de capacidades y oportunidades para sus habitantes.

 

Tiene como objetivos:

  1. Impulsar el crecimiento económico;

  2. Reducir la pobreza;

  3. Luchas contra la corrupcion e instalar un modelo de Estado transparente